20.2.15

Glory days







Es curioso como el tono pesado de la melodía que escuchaba hace 25 años evoca un déjà vu del pasado y la identificación con el presente de los que viven anclados en los glory days. Los que se agarran a la marca y mantienen las rutinas de juventud de cuando eran cool -antes wais (1)- y eso funcionaba.

El problema es que con el paso del tiempo en el cada uno se abre a un rico abanico de intereses, en la amplitud y cambio permanente de proyectos y entornos,  sus logros vitales en confrontación con la evolución y el tiempo son años frustrados y proyectos caducos, por lo que se agarran férreamente a la defensa de sus viejas expectativas y actitudes, parecen creerse acreedores del mundo y de su entorno, como si les debiéramos agradecer el privilegio de su presencia. A medida que amarillean los recortes de prensa que aún guardan, degeneran en marujas despectivas de cuanto hay fuera de su cada vez más pequeño círculo.