6.5.12

Give it away, just give it away


Acabo de descubrir un nuevo countryman que está muy bien, para variar, también tiene su historia dentro de la industria.

Pongo el video por que la canción es fantástica. Es la canción que al convertirse en nº 1 del billboard country convierte al interprete que la gabró, George Strait, en el cantante con más números uno de la historia.

Jamey Johnson&nbsp-- - Give It Away





¿cómo no? la canción tiene su propia historia, esto es country y todo queda en familia.
En este video vemos un homenaje a George Strait -el guaperas del sombrero de Nashville style que la ha hecho famoso- Toda la ceremonia está organizada por la industria y se nota el tufillo acartonado y preenlatado. Cantando está el autor de la canción; Jamey Johnson, un outlaw. Vendió la canción cuando no tenía un duro a la discográfica, que se la dió a su estrella favorita; Strait, y luego le prohibió al autor grabarla él en un disco, por lo que no ha vuelto a ver un duro del superéxito. De alguna forma el tocarla en el homenaje a Strait, aunque sea en playback y con una barbie que canta bien, (típico discográfica Nnashville), es su forma de revindicarse. Quien conoce la historia podría creer leer en la cara de Strait una incómoda sensación desafío, no tiene claro como interpretar la escena, ya que de hecho el outlaw está restregándole que él no escribe sus canciones, en su propio homenaje, con una de sus más famosas. Pero hey, esto es Nashville, ante todo sonríe.

Los roces entre los dos, de hecho, vienen de lejos como podemos ver en el video 2 un par de años antes (ver el final de la canción). Donde vemos el estilo propio de un outlaw, un gamberro con talento. 




El arte vs la industria: una cuestión de prioridades

Por que esa es la gran diferencia que los caracteriza, no tanto el que escriban sus propias canciones o no, Waylon Jennings, ni Hank Williams (ni padre ni hijo) tampoco las escribían, pero las cantaban de PM. Otros fueraley eran brillantes componiendo pero no podian cantar como Kris Kristofferson, el caso es que al final hacien lo que ellos querian.


La diferencia de los proscritos y Nasville insiders, a parte de la pinta que tienen (que unos parecen salidos de la fabrica kent barby, y otros del bar redneck honky tonky),  unos quieren ser músicos y otros quieren hacer música. Unos quieren la etiqueta de ser, con lo que eso implica de status social hoy en día, la atención, el reconocimiento... en la edad media no serian los vasallos de la citara, serían los casanovas, los caza ducados. En cambio otros les sale solo, hacen lo único que saben hacer, lo que les sale de dentro, buffones de la corte, en un bar, en un escenario siempre ha habido gente que quiere tocar por que le sale.

 No digo que los artistas tengan que renunciar a los beneficios, ni al marketing ni mucho menos. Pero la industria discográfica no tendría que ser la que mande, tendría que ser un servicio a los artistas. Por que esa es su función en la sociedad, la producción y distribución. No tiene sentido que el arte, sea cantar o escribir o cualquier otro intermedio, tenga que estar al servicio de power brokers de la industria. Si nos dejamos llevar simplemente por las marionetas cool que nos empaquetan el departamento de investigación de marketing acabamos viviendo en mundos alejados de la realidad que origina el propio impulso creativo, acabamos con cosas como este video de Taylor Swift - Sparks Fly  (es la misma chica mona de la coronita que vemos en el video anterior tatareando la canción en el público) el último producto de la fábrica de marketing de las discográficas. Es lo que por otro lado el penúltimo de la saga Hank III  llama Trashville. Lo pongo como contraste, para que se aprecie la diferencia entre como ven la industria de la música las discográficas en comparación con los outlaws.  

Todo esto me recuerda un video que puse ya hace tiempo

How to Create a Sexy Pop Star




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