otro bueno: Restless
3.12.12
6.5.12
Give it away, just give it away
Acabo de descubrir un nuevo countryman
que está muy bien, para variar, también tiene su historia dentro de
la industria.
Pongo el video por que la canción es
fantástica. Es la canción que al convertirse en
nº 1 del billboard country convierte al interprete que la gabró, George Strait, en el cantante
con más números uno de la historia.
Jamey Johnson -- - Give It Away
¿cómo no? la canción tiene su propia historia, esto es country y todo queda en familia.
En este video vemos un homenaje a George
Strait -el guaperas del sombrero de Nashville style que la ha
hecho famoso- Toda la ceremonia está organizada por la industria y se nota el tufillo acartonado y preenlatado. Cantando está el autor de la canción; Jamey
Johnson, un outlaw. Vendió la canción cuando no tenía un
duro a la discográfica, que se la dió a su estrella favorita; Strait, y luego le prohibió al autor grabarla él en un
disco, por lo que no ha vuelto a ver un duro del superéxito. De alguna forma el
tocarla en el homenaje a Strait, aunque sea en playback y con una barbie
que canta bien, (típico discográfica Nnashville), es su forma de revindicarse. Quien conoce la
historia podría creer leer en la cara de Strait una incómoda sensación desafío, no tiene claro como interpretar la escena, ya que de hecho el outlaw está
restregándole que él no escribe sus canciones, en su propio homenaje,
con una de sus más famosas. Pero hey, esto es Nashville, ante todo sonríe.
Los roces entre los dos, de hecho, vienen de lejos como podemos
ver en el video 2 un par de años antes (ver el final de la canción). Donde vemos el estilo propio de un outlaw, un
gamberro con talento.
El arte vs la industria: una cuestión
de prioridades
Por que esa es la gran diferencia que
los caracteriza, no tanto el que escriban sus propias canciones o no, Waylon Jennings, ni Hank Williams
(ni padre ni hijo) tampoco las escribían, pero las cantaban de PM.
Otros fueraley eran brillantes componiendo pero no podian cantar como Kris Kristofferson, el caso es que al final hacien lo que ellos querian.
La diferencia de los proscritos y
Nasville insiders, a parte de la pinta que tienen (que unos parecen salidos de la fabrica kent barby, y otros del bar redneck honky tonky), unos quieren ser
músicos y otros quieren hacer música. Unos quieren la etiqueta de
ser, con lo que eso implica de status social hoy en día, la atención, el reconocimiento... en la edad media no serian los vasallos de la citara, serían los casanovas, los caza ducados. En cambio
otros les sale solo, hacen lo único que saben hacer, lo que les sale
de dentro, buffones de la corte, en un bar, en un escenario siempre ha habido gente que quiere tocar por que le sale.
No digo que los artistas tengan que renunciar a los beneficios, ni al marketing ni mucho menos. Pero la industria discográfica no tendría que ser la que mande, tendría que ser un servicio a los artistas. Por que esa es su función en la sociedad, la producción y distribución. No tiene sentido que el arte, sea cantar o escribir o cualquier otro intermedio, tenga que estar al servicio de power brokers de la industria. Si nos dejamos llevar simplemente por las marionetas cool que nos empaquetan el departamento de investigación de marketing acabamos viviendo en mundos alejados de la realidad que origina el propio impulso creativo, acabamos con cosas como este video de Taylor Swift - Sparks Fly (es la misma chica mona de la coronita que vemos en el video anterior tatareando la canción en el público) el último producto de la fábrica de marketing de las discográficas. Es lo que por otro lado el penúltimo de la saga Hank III llama Trashville. Lo pongo como contraste, para que se aprecie la diferencia entre como ven la industria de la música las discográficas en comparación con los outlaws.
No digo que los artistas tengan que renunciar a los beneficios, ni al marketing ni mucho menos. Pero la industria discográfica no tendría que ser la que mande, tendría que ser un servicio a los artistas. Por que esa es su función en la sociedad, la producción y distribución. No tiene sentido que el arte, sea cantar o escribir o cualquier otro intermedio, tenga que estar al servicio de power brokers de la industria. Si nos dejamos llevar simplemente por las marionetas cool que nos empaquetan el departamento de investigación de marketing acabamos viviendo en mundos alejados de la realidad que origina el propio impulso creativo, acabamos con cosas como este video de Taylor Swift - Sparks Fly (es la misma chica mona de la coronita que vemos en el video anterior tatareando la canción en el público) el último producto de la fábrica de marketing de las discográficas. Es lo que por otro lado el penúltimo de la saga Hank III llama Trashville. Lo pongo como contraste, para que se aprecie la diferencia entre como ven la industria de la música las discográficas en comparación con los outlaws.
Todo esto me recuerda un video que puse ya hace tiempo:
How to Create a Sexy Pop Star
video save de music
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